no podemos parar
Pues me temo que es por mi culpa, por mi culpa, y por mi culpa.
De pequeña yo me mordía las uñas, pero yo no recuerdo que lo hiciera por ningún tipo de trauma o nerviosismo, simplemente creo que copiaba a mi hermano mayor.
De pequeña yo me mordía las uñas, pero yo no recuerdo que lo hiciera por ningún tipo de trauma o nerviosismo, simplemente creo que copiaba a mi hermano mayor.
Dejé de hacerlo cuando tenía más o menos 13 años, creo que porque quería pintármelas y estar guapetona, la edad del pavo subida que tenía….
Hace 2 años, mi chiquitillo tuvo una crisis asmática gordísima, en urgencias ya no sabían que hacer con él y tuvo que bajar el pediatra del hospital para ponerle tratamiento en el box. Yo estaba tan nerviosa y a la vez intentando contenerme, para que mi peque no me viera mal, que caí, y comencé a morderme las uñas otra vez…..
Esto sí que empezó por un estado de ansiedad y nerviosismo, que después de 2 años, no he podido superar.
Así que mis peques me ven, y creo que me copian, hace un montón que no les corto las uñas!!!. El caso es que no se las comen, se las arrancan cuando les crecen, y de ahí no pasa, las escupen…
En la página de Babycenter, he encontrado unos consejos a seguir, a ver si me aplico el cuento:
Por qué los niños en edad preescolar se muerden las uñas
Es posible que tu hijo se muerda las uñas por curiosidad, por aburrimiento, para aliviar el estrés o por costumbre. Morderse las uñas es el más común de los “hábitos nerviosos”, que incluyen chuparse el dedo, tocarse la nariz, tirarse del cabello y rechinar los dientes, y es probablemente el que más se prolonga (hasta la edad adulta) en la vida del niño.
Morderse las uñas es una manera de aliviar las tensiones intensas, pero pasajeras, de la niñez. Todos los niños sienten ansiedad: cuando aprenden algo nuevo en la escuela o sienten timidez en una fiesta o en el parque, por ejemplo. Cuando tu hijo se muerde las uñas, sobre todo en momentos como esos, está sobrellevando el estrés o dándose consuelo, en cuyo caso no tienes por qué preocuparte. Es probable que tu hijo deje de hacerlo por sí mismo, pero existen algunas maneras sencillas de ayudar a eliminar ese hábito si se prolonga demasiado o te resulta demasiado molesto.
Qué hacer cuando tu niño se muerda las uñas
Intenta averiguar la causa de sus ansiedades
Es importante que descubras lo que motiva el comportamiento de tu hijo y que veas si existen situaciones de estrés en su vida que debes solucionar.
Si sospechas qué está provocando la ansiedad de tu hijo, como un traslado de casa, un divorcio o un nuevo jardín de infancia, haz un esfuerzo para ayudarlo a hablar de sus preocupaciones.
No lo recrimines ni lo castigues
A menos que tu hijo decida dejar de morderse las uñas, es difícil que puedas evitarlo. Al igual que otros hábitos o tics nerviosos, el morderse las uñas suele ser un acto inconsciente. Si tu hijo ni siquiera se da cuenta de que lo hace, recriminarlo y castigarlo no servirá de mucho. Incluso a los adultos les cuesta erradicar este tipo de hábitos, una vez los adquieren (¿te tiras del cabello o de la oreja cuando hablas por teléfono?)
Por lo general, mientras no se haga daño y no parezca demasiado estresado, lo mejor es procurar que tenga las uñas cortas para evitar la tentación de mordérselas si las tiene rotas. Haz que tenga las manos limpias para evitar la exposición a gérmenes, y procura que su atención esté enfocada en otro tema. Si lo presionas para que pare, añadirás más estrés y te arriesgarás a que intensifique ese comportamiento. Cualquier intervención directa — como aplicarle soluciones amargas sobre las uñas — le parecerá un castigo, aunque esa no sea tu intención. Cuanta menos presión asocie con el hábito, más probable será que pare por su cuenta cuando esté preparado.
Ayúdalo cuando él quiera parar
Si los amigos de tu hijo se burlan de él porque se muerde las uñas, puede que sea el momento de intentar parar y necesitará tu ayuda. Primero, háblale de las burlas y anímalo a que te diga cómo hacen que se sienta. Asegúrale que lo quieres sin importar el aspecto de sus uñas. Luego empieza a pensar en posibles soluciones.
Si los amigos de tu hijo se burlan de él porque se muerde las uñas, puede que sea el momento de intentar parar y necesitará tu ayuda. Primero, háblale de las burlas y anímalo a que te diga cómo hacen que se sienta. Asegúrale que lo quieres sin importar el aspecto de sus uñas. Luego empieza a pensar en posibles soluciones.
Habla de romper el hábito
Habla con tu hijo acerca de lo que son los hábitos nerviosos y cómo se pueden romper.
Habla con tu hijo acerca de lo que son los hábitos nerviosos y cómo se pueden romper.
Ayúdalo a ser consciente de su hábito
Anima a tu hijo a que sea más consciente de cuándo y dónde se muerde las uñas. Pónganse de acuerdo en utilizar una clave secreta cuando se olvide, como tocarle el hombro o decirle una palabra clave. Sugiérele una actividad alternativa, como hacer un rompecabezas cuando viaje en auto o sujetar una piedra suave en la mano mientras lee. Practiquen el hábito alternativo juntos durante unos minutos antes de ir a la escuela o a la hora de ir a la cama.
A algunos niños les resulta útil algo que le recuerde su hábito en el momento en que lo hacen. Esta opción es útil siempre y cuando tu hijo elija probarlo. De lo contrario, le parecerá un castigo. Si él lo desea, ponle curitas de colores en las puntas de los dedos o pegatinas de colores en las uñas, o aplícale una solución amarga que venden en las farmacias (pregúntale al farmacéutico qué producto es seguro para los niños).
A cada niño le funcionará una técnica diferente, pero cuanto más sienta tu hijo que participa en este proyecto, mayores serán tus probabilidades de éxito y de evitar una lucha de poder.
Cuando morderse las uñas es motivo de preocupación
En algunos casos, morderse las uñas puede ser síntoma de una ansiedad excesiva. Consulta con el pediatra si tu hijo se lastima la punta de los dedos o sangra al morderse las uñas, si el hábito de morderse las uñas va acompañado de otros comportamientos como pellizcarse la piel, tirarse de las pestañas o del cabello, o si aparecen cambios en su patrón de sueño.
¿Cuáles son vuestros trucos?.
Que te voy a decir, de pequeña me mordia las uñas y ahora intento no hacerlo delante de los niños. No quiero que lo vean como una costumbre.
ResponderEliminarMi madre probo de todo y al final nada. Incluso me acabó gustando los pintauñas amargos que me ponía jajaja
Lo mejor es no agobiar al niño , le haces sentir peor.
Con el tiempo se me quitó esa mania, aunque a veces me comía hasta la mano jajaja.
Marisa
AY Marisa!!!, al principio me cabreaba y me quemaba la situación, ahora intento no hacerles mucho caso y no agobiarles, espero que se les pase ;)
ResponderEliminar