Sustitos varios
Si es que mi chiquitillo tiene el chincho (la garganta) muy estrechillo, se atraganta hasta con su propia saliva, y ya, pues que le vamos a pedir al pescado, que entre que no le gusta, se lo come a desgana, y que yo, cada vez estoy más cegata y no veo las espinas……pues nos llevamos “sustitos”.
Con este niño voy a tener que hacer un master en urgencias, porque entre el asma, chichones y atragantamientos, no ganamos para sustos.
Le he tenido que sacar una espina clavada en la encía a todo correr, porque no hacía más que gritar, y luego, debido a mi empeño y cabezonería con el que siguiera comiendo pescado, sin mis gafitas puestas, y el niño que estaba de NOOOOO (porque siempre las escupe, si alguna vez ha encontrado una), ha ocurrido lo dicho, que se le ha clavado una en la garganta. He cogido el pan y le he sacado toda la miga, se la he dado, pero claro, tampoco era plan de que se atragantara con la miga ahora….así que poco a poco ha ido comiendo la miga de pan, y se le ha pasado.
Bendita miga!!!, porque me he asustado, y sola con los peques, sin coche…ya pensaba en lo peor (soy un pelín catastrofista, ya sé ya sé).
Y diréis, "Leñe! pues ten más cuidado y quita mejor las espinas, descuidada, que eres una descuidada!". Mea culpa, mea culpa....
He encontrado estos consejos que nos pueden ayudar:
Remedios caseros que pueden ayudar a quitar una espina atorada en la garganta
1.- Usa remedios caseros sólo si no puedes llegar a un doctor de inmediato. Un viejo remedio para quitar una espina de pescado de la garganta es comer muchos malvaviscos (nube, esponjita, jamón o también llamado ocasionalmente por su nombre en inglés, marshmallow, es una golosina). Éstos tienen una textura esponjosa y espesa y al masticarlo se vuelve pegajoso. Tragar algunos hará que, posiblemente, la espina baje con ellos. Coloca todos los malvaviscos que puedas en tu boca directo de la bolsa y que puedas masticar. Mastícalos lo suficiente como para que queden pegajosos y puedas tragarlos sin ahogarte. Una vez que hayan limpiado el esófago, fíjate si la espina sigue atascada en tu garganta. Si es así, repite con más malvaviscos.
2.-Come un emparedado de manteca de maní o mastica tantas nueces como puedas para tragarlas sin riesgo de que te raspen la garganta. Incluso una vez masticadas por completo, la textura del maní, la nuez, nuez de Castilla y almendras se mantienen ásperas. Esta aspereza, probablemente, afloje la espina. Traga por completo los frutos secos con agua u otra bebida antes de intentarlo por segunda vez.
3.- Llena tu boca, lo más que puedas, con pan seco, como rodajas de pan, pan de maíz, tostadas o pan integral, y trágalo suavemente. Mastica el pan lo suficiente como para humedecerlo y que pase por tu garganta sin ahogarte. Repite si es necesario, sin embargo, bebe algo antes para limpiar la garganta.
Consejos y advertencias
- No te metas nada en la garganta para quitar la espina.
- Si luego de intentar con los remedios caseros la espina sigue en la garganta, visita a un médico.
- Si luego de usar remedios caseros no sientes la espina en la garganta, fíjate si más tarde no sientes algún dolor extraño o sangrado en la misma.
Vía eHow
EL TRUCO DEL HUEVO DURO- Aparte de los trucos de siempre de tragar una miga de pan o un trozo de patata hervida, que pudieran enganchar y arrastrar la espina clavada, mi abuela proponía comer algo más consistente: un huevo duro. Y funcionaba porque después de comer un huevo entero la espina dejaba de molestar. En el caso de que la espina fuera muy rebelde y no quisiera desprenderse, se puede repetir con otro huevo, pero no más.
PIES BIEN FRÍOS- Otro truco de mi abuela para luchar contra las espinas clavadas en la garganta era el agua fría. Decía que sumergiendo los pies en un barreño de agua bien fría, la espina saltaba. Convenía hacer ligeros movimientos con los pies, por lo que el recipiente tenía que ser un poco ancho. La bañera, por ejemplo, es un buen lugar para practicar este truco.
SORBOS DE VINAGRE- Mi abuela también era partidaria de tragar pequeños sorbos de vinagre para acabar con la espina. Pero como a todo el mundo no le gusta el sabor del vinagre, recomendaba más el truco del huevo duro.
Ostras vaya susto. A mí eso me pasaba, aún me acuerdo de mi abuela dándome la miga de pan y la espina que no se iba, qué mal lo pasaba...
ResponderEliminarMi peque es de fácil atragantamiento. En el coche mejor que no coma nada, porque alguna vez del susto hemos tenido que frenar y parar en el arcén.
EliminarY cuando está con catarro y flemas, es una odisea!!!